Transitar la recta del Tin Tin es, acaso realizar el mismo recorrido que realizaban las culturas originarias cientos de años atrás. Su inalterable rectitud tal vez se deba a la influencia de una filosofía andina en la que las formas geométricas sencillas son parte del mundo sagrado, aspectos evidenciados en su arte y su arquitectura, o quizás sea la respuesta a la necesidad práctica de unir dos puntos por el recorrido más corto, con menor pendiente y con puntos de abastecimiento de agua.